Bienvenidos

Esto no es nada más que un pequeño afan por dejar volar mi imaginación y volver a crear un mundo diferente e inexistente. De esos que sólo leemos sobre ellos pero que cautivan y sumergen como si creyéramos que la puerta a ese lugar está en algún lugar, invisible ante ojos ignorantes.
Yo soy soñadora y me gusta esto pero sé salir de mis sueños y palpar la Realidad cuando es debido.
Así pues, sean bienvenidos.

jueves, 21 de agosto de 2008

3# Decisiones.

Ahora sólo quería sentirle dentro de mí. Otra vez. Quise seguir con lo que dejamos a medias en ese momento de vacilación por mi parte. Pero, aun así, no pude dejar de darle vueltas al asunto. Pero ahora ya no prestaba atención a mis dudas sobre la satisfacción. La eternidad. ¿Qué era la eternidad para ellos? Yo la desconocía. Y por eso no podía evitar pensar en ello. A diferencia de Marius yo no disponía de todo el tiempo del mundo para estar con él; envejecería a su lado como cualquier otro mortal. Esto no era como en las películas o en los libros donde el condenado se niega a convertir a su amante porque cree que es incorrecto. Marius accedería a hacerlo si yo se lo pidiera; ahí estaba el trato. Yo debía decidirlo por mi cuenta pero había tantas cosas a tener en cuenta… Esto no era como elegir si optaba por trabajar en La Hora o en el 60 minutos, que me parecía una decisión un tanto insignificante en estos momentos. En este caso debía decidir entre seguir siendo un ser mortal o convertirme en un ser que vaga por las sombras y que no le está permitido ser como los demás. Me habían dado la vida para poder acabar con ella. No me parecía justo y mucho menos siendo consciente de la palabra que encabezaba esa decisión: amor. Todo es por él; por mi amor a Marius. Pensándolo bien él nunca me ha forzado a que decida nada; ni lo ha mencionado siquiera. Pero sé que lo piensa. Sé que quiere hacerme suya y de otro modo muy distinto al que estamos acostumbrados nosotros, los seres humanos. Y yo quiero dárselo. A lo mejor era esto lo que intenté aclarar hace unos minutos. Cuando le pregunté si le era suficiente me refería a eso. Me ama y yo le amo. Adoro hacerle el amor y dejar que él me lo haga a mí. Quiero satisfacerle como hacen entre ellos, quiero que me muerda y sienta el placer de beber mi sangre, la sangre de quien ama… Pero para ello debía renunciar a mi vida y empezar una muy distinta llena de secretos y malevolencia.
Pero ¿qué sería de mí sin Marius? ¿Qué sería entonces mi vida sin la persona que amo? Podría conocer a cualquier otro hombre que pudiera compartir mi misma forma de vida pero después de haber conocido, de haber entrado en este otro mundo donde se encuentra Marius, me es imposible creer que sería capaz de olvidarle y no arrepentirme de mi elección. Esto no es una afirmación. Aún no puedo escoger mi camino. No era la hora de contemplar mi última puesta de sol.

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